EXAMEN DE ANO Y RECTO
Examen de Ano y Recto
Posiciones
El ano y el recto pueden
examinarse con el paciente en diversas posiciones.
Decúbito
lateral izquierdo prono (posición de Sims). Es la posición ideal para
el estudio de la piel perianal y región pilonidal, y para palpación del
conducto anal y parte baja del recto. También de aconseja para
proctosigmosdocopía y anoscopía.
Litotomía. Suele
emplearse para el examen físico sistemático. Se considera la mejor para palpar
la parte alta del recto, el fondo de saco de Douglas, la pelvis, la próstata y
las vesículas seminales.
Genupectoral.
Es de elección para proctosigmosdocopía, que puede efectuarse muy profunda sin
insuflación de aire.
En cuclillas. Si hay antecedentes
sospechosos de prolapso rectal y no puede demostrarse la lesion, suele
manifestarse en esta posición.
Anatomía
El conducto anales una
estructura tubular de unos tres centímetros de longitud que se extiende desde
la piel de las nalgas hasta la mucosa del recto. Está revestido del epitelio
plano estratificado que recubre la piel en su extremo externo. La unión se
identifica por la presencia de pigmento y pelo en la piel. El extremo interno
del conducto está revestido de epitelio de transición, que se continúa
con el epitelio cilíndrico del recto a nivel de la “línea pectínea o línea
pectinada”. La presencia de pequeños prolongaciones a modo de columnas
del epitelio anal que se extienden hacia arriba siguiendo los pliegues
longitudinales de la mucosa rectal da aspecto de cierra o de peine a la unión
anorectal. Estas proyecciones del epitelio anal son las papilas anales,
frecuentemente unidas por pliegues transversales; la criptas anales o criptas
de Morgagni se hallan situadas por detrás de los pliegues.
Papila hipertrofiada
Una papila hipertrofiada
puede palparse como estructura polipoide situada en en el extremo superior del conducto anal.
Muchas veces describen como un erróneamente como hemorroides internas
trombosadas o como polipos. Un polipo rectal verdadero se origina de la mucosa
por encima del conducto anal
Prolapso rectal
La
procidencia o prolapso rectal ocurre cuando el tejido que recubre el recto se
cae o sobresale a través de la abertura anal.
Causas, incidencia y factores de riesgo
El prolapso
rectal ocurre de manera predominante en los niños menores de 6 años y en los
ancianos, y se asocia generalmente con las siguientes afecciones:
- Estreñimiento
- Fibrosis quística
- Desnutrición y malabsorción (como en la celiaquía)
- Oxiuriasis (enterobiasis)
- Lesión previa en el ano o en el área pélvica
- Triquinosis (tricuriasis)
Síntomas
El síntoma
principal es una masa rojiza que sobresale desde la abertura anal,
especialmente después de una deposición. El revestimiento del tejido rectal
puede ser visible y puede sangrar ligeramente
Signos y exámenes
El médico llevará a cabo un
examen físico, el cual puede incluir un tacto rectal. Asimismo, se harán exámenes para determinar la
causa subyacente.
SENO PILONIDAL
Es una
lesión localizada en el área presacra, a nivel del pliegue entre los glúteos.
El término pilonidal técnicamente significa “nido de pelos” y ello se debe a
que al resecar estos quistes se encuentra un “nido de pelos” en su interior.
Aún existe cierta controversia en torno a su origen. Algunos opinan que su
origen es congénito y que se deben a inclusiones de tejido embrionario que
forman el quiste y otros opinan que su origen es adquirido como
consecuencia de la introducción de un pelo de la zona interglutea que
originaria una foliculitis y pondría en marcha el proceso de formación del seno
pilonidal
¿Qué síntomas producen?
Generalmente se presenta en varones jóvenes con abundante vello, siendo la
obesidad otro factor de riesgo.
¿Cómo se diagnostican?
Existen dos formas de manifestación clínica:
Aguda:
- Masa dolorosa en la zona descrita junto con fiebre y malestar. En ocasiones esta masa se puede abrir espontáneamente drenando gran cantidad de pus y mejorando los síntomas. El tratamiento consiste en el drenaje de la masa que habitualmente se realiza con anestesia local, precisando curas diarias durante 15-20 días. Una vez cicatrizado, el paciente presenta con frecuencia la forma crónica de la enfermedad.
Crónica:
- Como consecuencia de lo anterior o bien sin necesidad de pasar por el proceso agudo, el paciente presenta uno o varios orificios a nivel del pliegue intergluteo según el tiempo de evolución. Otras veces puede estar totalmente asintomático, aunque lo habitual es que presente molestias en la zona y episodios de agudización que ocasionan una extensión del seno pilonidal. El tratamiento mas habitual se realiza con anestesia local, realizando extirpación del seno y el cierre de la herida, sin necesidad de ingreso hospitalario, precisando reposo los primeros días de la cirugía. En ocasiones, si el seno pilonidal es grande puede necesitar cirugía mas compleja con anestesia locoregional.
¿Cómo se tratan?
De no
realizarse la cirugía en muchos casos se produce una recurrencia de la
infección con todas las molestias derivadas de ella .
Absceso perirrectal
Resulta
evidente en forma de hinchazon dolorosa junto al conducto anal. Suele haber los
signos de la inflamación.
Absceso isquiorrectal
El proceso inflamatorio e
menos obvio en caso de absceso perirrectal. Por inspeccion solo se puede
descubrir una ligera hinchazon . La palpacion mostrara dolor a la presion por fuera del rectopor fuera del
recto, y el tacto rectal revelara una masa dolorosa que hace prominencia contra
la pared lateral. Aparecen los signos corrientes de la inflamación intensa.
Absceso por encima de los
elevadores
Por palpacion externa quiza
no se observa ningun signo de la inflamación , pero el tacto revelara una
hinchazon dolorosa y pastosa que hace prominencia en la pared lateral del
recto.
La
estenosis anal es un estrechamiento del conducto anal. Este caso puede
desarrollarse en forma gradual luego de la cirugía anorectal, en general luego
de una hemorroidectomía radical. En la era moderna los cirujanos modificaron su
técnica quirúrgica para prevenir este problema. Otras causas son la fisura anal
crónica, enfermedad inflamatoria intestinal (sobre todo la de Crhon), cáncer
irradiación, enfermedad diarreica crónica, uso habitual de laxantes e
infecciones.
Tratamiento:
depende del grado y de la presencia de otros
síntomas.
Estenosis
Leve: en esta forma es posible introducir el dedo examinador a través de la
estenosis. Los pacientes deben cumplir una dieta rica en fibras y recibir
agentes formadores de masa que produzcan materia fecal que pueda pasar con
mayor facilidad. Además, las deposiciones voluminosas provocan una dilatación
natural. El paciente puede provocar una dilatación gradual él mismo
mediante un dilatador medicinal comercial o una vela blanda suave y obtener
mejorías.
Estenosis
moderada: Es necesario hacer más fuerza para introducir el dedo índice. Los
pacientes pueden responder a los cambios en la dieta y a las dilataciones
graduales. Es probable que la dilatación inicial deba efectuarse con anestesia.
Si la mejora no es suficiente debe realizarse cirugía. La liberación de
la estenosis o la esfinterectomía pueden ser suficientes. No obstante, algunos
pacientes pueden necesitar un colgajo.
Estenosis
severa: En esta ni siquiera es posible introducir la punta del quinto dedo del
conducto anal. Hay pérdida de anodermo, es preciso realizar una intervención
quirúrgica para proveer al conducto anal de tejido sano y compensar esta
pérdida. La realización de varios colgajos de avance es exitosa.
La
hipertrofia de una papila anal produce una lesión polipoide que muchas veces se
confunde con una hemorroide interna o un pólipo rectal. Las criptas anales constituyen
el origen del 95% de todas las fístulas anales.
Las hemorroides externas se hallan en posición en posición distal en relación a
la línea pectínea, recubiertas de piel o epitelio plano del conducto anal.
Las hemorroides internas se originan por encima de la línea
pectínea y están cubiertas de epitelio cilíndrico, rojo húmedo, del recto.
Inspección
Hay que separar las nalgas. La
piel perianal está pigmentada y es mas gruesa que la piel vecinas de las
nalgas. Muchas veces forma pliegues irregulares grueso que se irradian hacia
afuera, desde el centro del ano hasta la piel vecina. Estos pliegues
desaparecen rápidamente al separa las nalgas, han de estar limpios, sin
detritus ni materia.
Búsquese la presencia de excoriaciones y lesiones de rascado si hay prurito
anal, y la presencia de excresencias verrugosas o apéndices hemorroidales
externos.
Obsérvese la zona pilonidal en busca de fistulas, hoyuelos o signos de
inflamación aguda o crónica.
Se indica
al paciente que haga esfuerzos (como para defecar) y con ligera tracción de la
piel puede demostrarse el prolapso del recto o la presencia de hemorroides
internas o pólipos.
Palpación
Hay que
palpar la zona pilonidal y las fosas isquiorectales buscando induración o edema
antes de examinar el conducto anal. Debe sospecharse la presencia de una fisura
muy dolorosa si despierta mucha molestia una presión cuidadosa ejercida contra
el borde posterior del conducto anal sin introducir el dedo en él.
Al
introducir el dedo bien lubricado en el conducto anal, lo primero que se
percibe es la resistencia normal de la porción superficial del esfínter
externo. Este se relajara por presión cuidadosa ejercida con la superficie
palmar del dedo. La relajación se facilita pidiendo al paciente que haga un
poco de esfuerzo. Si el esfínter no se relaja y la presión produce dolor
intenso, indica presencia de una estenosis dolorosa o de una inflamación aguda
del conducto anal. En estas circunstancia intentar proseguir el examen causara
un dolor innecesario y no proporcionara dato alguno al examinador.
Después de
una ligera resistencia, el musculo normal se relaja y el dedo puede penetrar en
el conducto anal ejerciendo ligero movimiento de rotación. El dedo debe
efectuar este movimiento para percibir el revestimiento liso del ano antes de
explorar el recto.
Próstata
y vesículas seminales.
El examen cuidadoso de la próstata constituye parte esencial de la exploración rectal en el varón. Hay que tener una clara noción de la superficie normal de la glándula para reconocer las posibles anomalías. Los lóbulos posteriores están divididos por un surco medio y limitados lateralmente por surcos laterales. La unión de la uretra membranosa con la próstata puede identificarse como una depresión blanda inmediatamente por debajo del extremo inferior del surco medio. Las glándulas de Cowper se hallan a cada lado de esta depresión. Las vesículas seminales están situadas inmediatamente por encima y por fuera de los lóbulos prostáticos. De ordinario no pueden percibirse a menos que estén llenas de líquido seminal, en cuyo caso dan impresión de un engrosamiento blando, pastoso, indoloro y mal definido a cada lado por encima de la próstata.
El examen cuidadoso de la próstata constituye parte esencial de la exploración rectal en el varón. Hay que tener una clara noción de la superficie normal de la glándula para reconocer las posibles anomalías. Los lóbulos posteriores están divididos por un surco medio y limitados lateralmente por surcos laterales. La unión de la uretra membranosa con la próstata puede identificarse como una depresión blanda inmediatamente por debajo del extremo inferior del surco medio. Las glándulas de Cowper se hallan a cada lado de esta depresión. Las vesículas seminales están situadas inmediatamente por encima y por fuera de los lóbulos prostáticos. De ordinario no pueden percibirse a menos que estén llenas de líquido seminal, en cuyo caso dan impresión de un engrosamiento blando, pastoso, indoloro y mal definido a cada lado por encima de la próstata.
En un
examen sistemático es necesario: i) identificar y palpar el surco medio; 2)
identificar y palpar los surcos laterales; 3) percibir la superficie de cada
lóbulo y buscar irregularidades o nódulos; 4) comprobar la consistencia
normal de la glándula; 5) percibir las vesículas seminales; 6) palpar la región
de la uretra membranosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario